VILLAMBROZ a tantos del tantos de mil novecientos tantos
El rico y el pobre son dos. El Soldado defiende a los dos.
El ciudadano paga por los tres. El trabajador suda por los cuatro.
El vago come por los cinco. El usurero desnuda a 1os seis.
El abogado enreda a los siete. El cantinero emborracha a los ocho.
El juez envuelve a los nueve. El médico mata a los diez.
El sepulturero entierra a los once. El diablo carga con 1os doce,
y ia ia ia ia.
El Inventor El Escribiente
M. P. J. R. S.
El que transcribe lo siguiente era uno de aquellos chiguitos que viniendo del caño rodeábamos al pastor que estaba en los praos de la Corzuela, y nos pedía un trago de agua fresca, trago que nos dejaba el botijo muy mediado, para tener que volver al caño a rellenarlo. A cambio del agua, le decíamos: "tío Castor, nos cante lo de los CINCUENTA DUROS. Y sin insistirle, comenzaba a cantar::
"Cincuenta duros metí en un zarce,
y otros cincuenta meto esta tarde.
El que todo lo quiere, todo lo pierde"
Al canto seguía el comentario. Un paisano que le oyó, pensó ir a coger los cincuenta duros, pero lo dejó para la tarde y así congería los cien duros. Pero cuando éste fue por la noche, se encontró que ya no había nada. No había hecho caso a lo que decía el dicho: "el que todo lo quiere, todo lo pierde"
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